Mis propias enmarcaciones
Cuando toca amueblar y decorar una casa y empiezas a comprobar que tu cuenta corriente empieza a sufrir es momento de plantearse si merece la pena el bricolaje. Me explico. Si eres incapaz de hacer cualquier obra en casa, por sencilla que sea, vas a tener que pagar a alguien que lo haga… o bien invitar a ese colega manitas que todo el mundo tiene. Pero al final, el colega manitas también se puede cansar y exigir algo más que ‘un par de cervecitas’ por arreglarte la casa de arriba abajo.
Yo no soy un experto en bricolaje pero me he tenido que poner las pilas en mi nueva casa. Ahora no tengo miedo a acudir a una tienda en busca de productos bricolaje, ponerme el mono de trabajo y hacer algunas chapucillas que al final suponen un importante ahorro para la casa.
Por ejemplo, hace unas semanas acudimos a una tienda buscando láminas de arte. A pesar de que el arte me gusta bastante nunca había comprado una lámina y no tenía ni idea del alto precio que pueden alcanzar. Si a eso unimos la enmarcación tenemos como resultado que el asunto puede superar los 150 euros. Así que decidí mirar formas de enmarcar yo mismo la lámina para ahorrar costes (en torno a un 50%).
Lo primero que hice fue mirar algunos videos por internet para ver si estaba capacitado para hacerlo. Porque una cosa es querer y otra poder, sobre todo cuando uno no es (todavía) ningún experto en la materia. Después acudí a una tienda de productos bricolaje en la que tengo confianza con uno de los dependientes. Me conoce bien (conoce mis habilidades) y suele ser sincero en cuanto a si puedo o no hacer ‘la obra’.
Con respecto a las enmarcaciones me dijo que no habría demasiado problema. Me recomendó algunos materiales y un par de herramientas. Un fin de semana me puse con ello y lo hice. La verdad es que la primera vez tuve que deshacer lo hecho porque no había quedado bien, pero a la segunda lo logré. Y un buen dinero que nos hemos ahorrado.