UNOS DIENTES FUERTES
Desde siempre he pensado que me han tocado los genes buenos de la familia, porque tengo unos cuantos primos que su dentadura deja mucho que desear y la mía nunca me ha dado ningún problema. Supongo que mis tíos cuando mis primos eran unos niños tuvieron que contratar un seguro dental familiar adeslas porque de lo contrario no les hubiese salido a cuenta tener que reparar todos los dientes que se les iban cayendo a mis primos. Por fortuna esto no me ha sucedido a mi, pero no creo que a mis primos les hiciera demasiada gracia cuando eran niños ver cómo se iban quedando sin sus dientes reales. Personalmente eso no sé lo que es porque yo todavía tengo todos mis diente originales e incluso con la edad que ya tengo todavía me queda un diente de leche que nunca me cayó. Siempre bromeo con ese diente de leche y digo que hasta que se me caiga ese diente voy a seguir siendo un niño para siempre.
Uno de mis primos en especial sí que tuvo muy mala suerte con su dentadura ya que muy joven empezó a quedarse sin sus diente originales y hoy en día no creo que le quede ya ningún diente suyo.
A mi siempre me han dicho que hay que cuidar mucho de los dientes y que hay que cepillarlos tres veces al día al parecer eso no es así. Porque os digo que nunca he sido de esas personas que viven para lavarse los dientes cada vez que comen algo, y de niño me lavaba los dientes mayormente cuando me acordaba y ahí siguen todavía todos mis dientes. Por mi experiencia nos han mentido toda la vida con el cuidado de los dientes y siempre he considerado que las pastas de dientes no son del todo sanas para nuestros dientes porque conozco a gente que no se lavaba los dientes con asiduidad y desde que empezaron sus dientes empeoraron bastante. En el colegio nos daban flúor de niños y considero que eso sí que nos ayudó a toda nuestra generación a tener unos dientes más fuertes.