UNA MALA EXPERIENCIA EN EL MÉDICO
Entiendo cada vez más que la gente se quiera cambiar a un seguro de salud privado, ya que algunas personas ya se están encargando de fastidiar la sanidad pública que es lo mejor que tiene nuestro país, pero que al parecer a esas personas no les gusta que se gaste el dinero de todos en la salud de todos.
Estoy convencido de que a los que tienen dinero de sobra no les influye para nada en su economía diaria tener que pagar un seguro privado de salud, pero la gran mayoría está contenta con no tener que pagar por tener que ir al médico y me parece de lo más normal.
Con todo esto que hemos pasado con el coronavirus me parece bien que la gente quiera conseguir con su seguro adeslas salud y bienestar, más que nada porque en la sanidad privada casi siempre te atienden sin la necesidad de que tengas que casi que esperar. Con los seguros privados solamente he tenido que esperar un día que parecía que era transparente para las enfermeras. Ese día fui al centro sanitario que me tocaba por el seguro médico que tenía mi madre y al parecer si ibas por el seguro de un equipo de fútbol te colaban por la cara porque a mi no me hacían ni caso y la sala de espera se tuvo que vaciar por completo dos veces para que alguien se dignase en atenderme. Ese fue el día en que decidí que para ir al médico tendría que tener un dolor insoportable, porque para que me estén vacilando y que me traten como un paciente de segunda prefiero no ir al médico y durante muchos años cumplí mi promesa hasta que me rompí la rodilla jugando al fútbol sala y no me quedó más remedio que tener que operarme rodilla. Otras personas podrán haber tenido experiencias mejores que la mía, pero la verdad es que quedé muy descontento con la atención recibida en esa ocasión y hoy en día no hubiese dejado que se me ignorase como aquella vez, seguramente le llamaría la atención a la enfermera.