Las terrazas de los bares tienen un estilo que apenas es imperceptible pero cuando estás sentado en una tomándote un refresco o un café y ves a la gente pasar te das cuenta de lo bien que se está en las terrazas, salvo en mi ciudad, que está cerca del mar y hay muchas gaviotas que se han adueñado literalmente de las terrazas de muchos bares de la ciudad, va  a haber que instalar cubiertas grandes dimensiones para terrazas para intentar evitar que las gaviotas no le roben nada a los consumidores de su mesa, cosa que las gaviotas están muy acostumbradas a hacer, si no estás bien atento o estás mirando para otro lado si pueden te lo van a llevar todo.

Y ya no solo suele pasar esto en las terrazas, en las playas en verano he llegado a ver de todo con las gaviotas, desde ver como les roban los bocadillos a los niños directamente de las manos o ver como abren literalmente las mochilas de unos incautos, por lo general turistas que no saben de lo que pueden ser capaces de hacer las gaviotas, que se van a pasear por la playa y las gaviotas aprovechan para abrir las mochilas y sacarlo todo para ver lo que se pueden llevar, después los pobres incautos se sorprenden cuando vuelven y se encuentran todo completamente revuelto, aunque he de reconocer que cuando esto sucede te echas unas buenas risas.
Las gaviotas se han humanizado, ya no se asustan por muchos aspavientos que hagas, ya se han habituado a convivir con las personas y a invadir los tejados de toda la ciudad haciendo sus nidos para tener a sus poyuelos, y hay que aguantar sus gritos durante toda la noche ya que no callan, y lo peor es que no se puede hacer nada para remediarlo ya que están protegidas y si les hacemos algo nos puede caer una buena multa, ojalá venga pronto el buen tiempo que es cuando las gaviotas vuelven al mar y nos dejan un tiempo de respiro por lo menos durante unos pocos meses.