Planificando la semana
Soy un planificador nato. Todo el mundo que me conoce sabe que si no estoy hablando es porque estoy planificando. Me gusta organizar las cosas, cuadrar horarios y establecer alternativas por si un contratiempo arruina una planificación. Porque todo aquel que tenga ‘alma’ de planificador como yo sabrá que a menudo los planes no salen como se espera y hay que tener cintura para, sobre la marcha, adaptarse a las circunstancias.
Confieso que no es fácil adaptarse, porque gasto mucho tiempo organizando para que luego las cosas salgan de otra manera, pero es inútil frustrarse: siempre estamos a merced de circunstancias que no podemos controlar. Nunca pretendas controlarlo todo porque entonces es cuando realmente te frustras.
Un buen ejemplo de todo ello es lo que sucedió la semana pasada. Teníamos que ir con el niño a revisión en el centro. Tanto mi mujer como yo queríamos ir porque era una revisión importante, así que tuvimos que salir antes de trabajar. Pero tampoco podíamos salir muy pronto. Confiaba en que a esa hora no hubiera mucho tráfico, pero aún así busqué para aparcar facil en Madrid centro. Porque en nuestras visitas al centro en coche he visto de todo: desde coger una plaza milagrosamente hasta estar media hora buscando aparcamiento.
Pero no nos podíamos permitir estar mucho tiempo dando vueltas en caso de que no encontrásemos a la primera porque íbamos justos de tiempo. La solución estaba clara: tener una alternativa a modo de parking privado por si no salía bien aparcar en la calle. Pues bien, hubo un atasco por obras que no estaban previstas y llegamos todavía más tarde de lo que yo había planificado. Menos mal que tenía un sitio buscado para aparcar fácil en Madrid centro y fuimos ahí directamente sin ni siquiera intentarlo en la calle porque no merecía la pena.
Finalmente, nos salió bien el plan gracias a que había previsto una alternativa. Claro que planificarlo todo al extremo como hago yo a veces es agotador, pero para determinadas actividades es inevitable. Para otras, también se puede improvisar, pero la posibilidad de llegar tarde es mucho mayor.