Volver del paraíso
No es sencillo volver de unas vacaciones, sobre todo cuando son tan reparadoras. Porque este verano pasamos un tiempo en el paraíso y no es fácil dejarlo atrás. Es verdad que cuando se habla de destinos se abusa del término paraíso. Pero cada vez tengo más claro que el paraíso puede estar en cualquier sitio, no hace falta irse al otro lado del mundo para encontrarlo, no hace falta que sea un lugar súper exótico.
Nosotros encontramos un paraíso a la vuelta de la esquina en las islas Cíes. Nos habían hablado algunas veces de ellas, pero no habíamos hecho mucho caso porque siempre había un viaje más lejos o más ‘ambicioso’. Pasa mucho entre viajeros que siempre aspiramos a ir un poco más lejos, como si lo que estuviera lejos fuera mejor, aunque sabemos de sobra que a menudo no es así.
Pero dadas las circunstancias de los últimos tiempos, muchos viajeros hemos tenido que mirar un poco más cerca y este verano era el momento ideal para conocer las Cíes. Así que condujimos hasta Galicia, nos subimos a un barco de mar de ons vigo y empezamos a vislumbrar ese paraíso atlántico del que tantas veces habíamos oído hablar.
Lo que nos atraía de este lugar y se adaptaba a lo que nos suele motivar de un viaje era sobre todo la naturaleza. La mayoría de nuestros grandes viajes son a entornos naturales. Eso no quiere decir que no nos gusten conocer ciudades, pero cada vez más tenemos tendencia a alejarnos de ellas teniendo en cuenta que nosotros ya vivimos en una gran ciudad.
Y en las Cíes hay naturaleza ‘para aburrir’, como se suele decir. Pero, además, este lugar tiene algo que nos fascina: el cielo. Somos grandes aficionados a la astronomía y desgraciadamente en una gran ciudad la contaminación lumínica impide poder disfrutar del cielo estrellado. Luego supimos que la naviera mar de ons organiza un crucero especial para ver el cielo estrellado aprovechando las conocidas como lágrimas de San Lorenzo. Llegamos tarde para eso, pero el año que viene no nos lo perdemos.