Con cerca de 4,5 kilómetros cuadrados, la Isla de Ons esconde un sinnúmero de lugares recónditos, miradores naturales y edificaciones antiguas de gran interés turístico. Año tras año, miles de viajeros nacionales e internacionales deciden formalizar la reserva billetes mar de ons para visitar este paraíso gallego, situado junto a la ría de Pontevedra.

En sentido estricto, la de Ons es una isla perteneciente a un archipiélago, del que también forman parte el islote de As Freitosas y la isla de Onza. Aunque la comunidad gallega se asocia comúnmente con los acantilados y calas de ensueño, la oferta de playas es difícil de cuantificar, incluso en islas como Ons, donde destacan arenales como As Dornas, Melide, Area dos Cans, Canexol o Pereiró, al menos una de ella nudista y la mayoría lejos de zonas masificadas por el turismo.

Por supuesto, los acantilados de postal ocupan un lugar destacado en el paisaje de la Isla de Ons. La famosa Buraco do Inferno merece una visita por su espectacularidad, siendo también atractiva para los entusiastas de la ornitología, por las poblaciones de cormoranes y otra avifauna que puede avistarse en estos enclaves naturales.

Para restablecer el contacto con la civilización, existe un núcleo costero compuesto por viviendas de estilo marinero, iglesias como la de San Xanquín y una oferta de establecimientos hosteleros donde degustar la cocina local y disfrutar de un justo descanso.

En el itinerario del día siguiente no debería faltar, por ejemplo, una visita al faro de la Isla de Ons. Emplazado en el municipio de Bueu, esta luminaria custodia este litoral desde 1865, nada menos. Por otra parte, un destino perfecto para fotografiarse o hacerse un selfie es Punta Do Castelo, popular mirador que se erige sobre los restos de una fortaleza del siglo XX. Justo es reconocer, sin embargo, que el mirador más célebre de Ons es el de Fedorentos, sito en la Punta Coliño.