4 razones para invertir en un parasol de alta calidad
- Que dé sombra a una zona amplia. Un parasol de calidad suele tener un tamaño más que aceptable que permite dar sombra a una zona bastante amplia. Además, al contrario de las sombrillas clásicas, las formas suelen ser angulares, cuadradas o similares, para que puedan colocarse juntos y lograr, por ejemplo, dar sombra a toda la terraza sin que queden huecos. Un buen ejemplo lo encontramos en los diferentes modelos de parasol ezpeleta que se adaptan a cualquier tamaño de terraza y también a los diferentes estilos gracias a sus tonos clásicos que combinan muy fácilmente con el resto de mobiliario.
- Que proteja también del calor. Las telas de mala calidad pueden evitar que el sol incida directamente en los clientes de una terraza, pero no que se concentre un gran calor en la misma que haga que sea muy desagradable estar allí. Un parasol de calidad tendrá una tela con protección térmica para evitar que la temperatura aumente bajo estos textiles. Esto contribuye a que cualquier sistema que se emplee para conseguir refrescar el ambiente en la terraza sea mucho más efectivo y todo el mundo esté mucho más cómodo. También evitarán que la piel de las personas pueda verse afectada por los rayos de sol perjudiciales, al filtrarlos.
- Que se mantenga bonito durante mucho tiempo. Una tela de mala calidad se acaba dañando muy rápido al estar en el exterior. La humedad de la lluvia puede deteriorarla, así como el sol que quema rápidamente los colores de las telas y que las debilita hasta el punto de que se rasgan fácilmente. Cuando el parasol es bueno, esto no sucede y las telas incluso repelen las manchas y se limpian con tanta facilidad que su aspecto es el mejor siempre y el parasol se ve limpio, con un color intacto y con el mismo aspecto que cuando era nuevo durante mucho tiempo.
- Evitar que pueda volar. No se trata sólo de invertir en un parasol de calidad, el pie del parasol también es importante ya que si no tiene suficiente peso y no engancha la sombrilla debidamente, puede acabar volando o cayendo sobre los clientes de una terraza. Estos accidentes pueden tener consecuencias muy desagradables para el negocio, cuando no herir de gravedad a una persona. Por eso hay que evitarlas en lo posible.