¿Cuáles son los principales tipos de encuadernación?
La historia de la encuadernación se remonta a los primeros códices del siglo primero d. C., y aunque en la actualidad pocos lo calificarían de arte —por la automatización de esta labor en las editoriales—, el trabajo del encuadernador se mantiene vivo en talleres artesanales, pequeños reductos de un oficio perdido.
Para encuadernar catalogos, libros, revistas, etcétera, existen diversos tipos de encuadernación, a saber: la rústica, la cartoné, la holandesa, las de tela, de espiral y encolada.
En primer lugar, la encuadernación en rústica o tapa blanda se caracteriza por el uso de una cubierta de papel o de cartón, encolada al lomo, que le otorga una unidad, ligereza y manejabilidad especialmente aptas para libro de bolsillo, las revistas, los manuales y otros contenidos.
La encuadernación en tapa dura o cartoné, por su parte, es inconfundible por la presencia de tapas rígidas de cartón, unidas a un lomo con encolado o cosido. Su resistencia es notable, y aunque posee un peso y dimensiones que generalmente son incompatibles con las ediciones de bolsillo, la mayoría de los libros utilizan este formato, uno de los más clásicos, antes de su perfeccionamiento en las encuadernaciones de tela.
Y es que la de tela, que se remonta al siglo XIX, es una encuadernación que destaca por su belleza, pese a ser en esencia una versión mejorada de la tapa dura. Como sugiere su nombre, estas encuadernaciones cuentan con una extensión de tela encolada a las tapas, que les otorga gran consistencia.
Si de clasicismo se trata, la encuadernación holandesa no conoce rival. Las ediciones así acabadas destacan por la combinación de tapas de tela y lomos de piel, un tándem menos económico que las anteriores soluciones, aunque de resultado más artesanal y bohemio.
Por último, las encuadernaciones en espiral o canutillo se componen de una simple espiral de alambre que recorre una hilera de orificios en las páginas, manteniéndolas unidas. Por lo general, se remata con unas tapas de cartón, plástico u otro material asequible.