La privacidad es una necesidad básica en la vida doméstica. Sin ella, los integrantes de la familia perderían parte de su bienestar y de su comodidad, ese que procede de la intimidad, tan importante en el día a día de cualquier persona. Para garantizarla, la decoración —adecuadamente elegida— puede utilizarse en beneficio de la privacidad, sin renunciar a la función ornamental de, por ejemplo,  los biombos, los Estores traslúcidos, los toldos o las celosías.

Preservar la intimidad en interiores es una de las funciones esenciales de las cortinas, visillos y estores. Estos últimos concilian las necesidades lumínicas y de privacidad mejor que ningún otro accesorio pensado para ‘vestir’ ventanas y balcones. Son muchas las clases disponibles: venecianas, de lamas, plegables, japoneses, etcétera.

Para dividir ambientes y evitar miradas de curiosos son útiles los biombos y separadores en palillería. Los primeros no necesitan carta de presentación; los hay de variado diseño y su movilidad permite cambiarlos de lugar con facilidad. Por modernos que puedan parecer, pues están muy vigentes en el mundo del interiorismo, su uso se remonta a la China del siglo III. Respecto a los separadores de ambientes en palillería, estos suelen instalarse sobre rieles, por lo que carecen de la versatilidad del biombo.

Durante el verano los balcones y terrazas cobran protagonismo, despertando así el interés de vecinos y viandantes ocasionales. Mantener la privacidad en estos entornos es relativamente fácil. Basta con implementar celosías de materiales acordes con la decoración de su entorno (si predomina la piedra, un toque vegetal en forma de brezo, mimbre o bambú será más armonioso que los materiales sintéticos, por ejemplo).

Además, las barreras vegetales han ganado popularidad en los últimos años, ya que permiten agregar un toque ecológico a jardines, terrazas y balcones. En este sentido, brindan una oportunidad única para cultivar gramíneas, jazmines y otras especies similares. Igualmente, los toldos y parasoles constituyen una solución dual para combatir el exceso de sol y las miradas indiscretas.