Una solución para mi problema de acné
Siempre he tenido muchos problemas en la piel, desde bien jovencita. Supongo que hay pieles más sensibles y la mía es una de ellas. Pero nunca acudí a un especialista. Intenté algunos tratamientos más o menos ‘caseros’, pero ninguno funcionó y tampoco quise arriesgar con otras recomendaciones que escuchaba por ahí, porque sé que a veces los remedios son peores que la enfermedad. Como tras la adolescencia el problema remitió un poco lo dejé estar. Pero ha vuelto y quiero enfrentar el problema.
Es especialmente visible en la cara, aunque no es el único lugar del cuerpo en el que tengo un exceso de granos. Y es que en mi cara se junta el acné actual con las marcas que dejó el acné que tuve hace años. Como no quiero volver a cometer el error de dejarlo pasar u optar por tratamientos dudosos he decidido acudir a un dermatólogo profesional que me han recomendado para encontrar tratamientos cara efectivos.
Una amiga tuvo un problema similar y acudió a este dermatólogo. Me comentó que lo primero que hacen es hacer un estudio de la piel para, a partir de él, proponer el tratamiento más adecuado. Y así ha sido también en mi caso. Debo decir que ya en la primera consulta me sentí aliviada: por fin alguien entendía el problema sin recomendarme soluciones milagrosas. Sé que nunca voy a tener la piel soñada, y que algunas de las marcas que tengo del pasado ya no se van a poder eliminar, pero me han expuesto algunas soluciones interesantes que pueden ser lo que estoy buscando.
Es el caso del peeling, un tratamiento que se enfoca a reparar el daño por la exposición prolongada al sol con activos reparadores, antioxidantes y antiarrugas. Todos hemos oído hablar algunas veces de esos términos y hay cremas que prometen esta clase de efectos, pero llegados a este punto yo prefiero que sea un dermatólogo profesional el que decida los tratamientos cara más efectivos en mi caso particular. Como también puede ser la fototerapia con uso de luces LED de diferentes longitudes de onda, una fórmula para ofrecer una piel más luminosa y tersa.