¿Qué puedo hacer para blanquear mis dientes?
Existen diferentes formas de blanquear los dientes. Lo mejor es asesorarse con dentistas en Santiago que pueden explicar los pros y los contras de cada sistema de una forma mucho más personalizada. Pero, a grandes rasgos, podemos decir que en las clínicas dentales nos ofrecen dos técnicas:
-El láser. Es la técnica más rápida y también la más cara. Tiene la ventaja de que puedes ver los resultados muy pronto y que resulta muy eficaz. Tanto es así que en una única sesión se suelen lograr los resultados deseados. Se aplica un producto y sobre este, el láser. Pero tiene en su contra que puede producir sensibilidad, por lo que las personas que ya padecen este problema pueden no ser los mejores candidatos para este tipo de blanqueamientos.
-Luz LED azul. Es una técnica muy profesional y eficaz aunque no es tan inmediata como el láser. Normalmente, son necesarias varias sesiones para conseguir un resultado visible, pero a cambio no tiene tanto problema de sensibilidad, por lo que es ideal para quienes sufren de dientes sensibles. Al igual que con el láser, se aplica un producto que se activa con la luz LED. Pero no es tan fuerte, por lo que los resultados van siendo graduales a lo largo de varias sesiones.
Existen kits para hacer tratamientos LED en casa, pero no son igual de buenos que los de las clínicas dentales. No obstante, pueden ser indicados para mantener los efectos del blanqueamiento realizado. En cualquier caso, es recomendable comprar productos de calidad y certificados ya que existen muchos kits que se venden online y que vienen de Asia, sin ninguna garantía ni control. Esto puede hacer que se dañe el esmalte y se cause un problema más grave que un simple color amarillento.
Si los dientes no son amarillos por sí, sino que están sucios por el tabaco o el té, una limpieza intensa puede hacer que recobren su tono natural. Tu dentista puede ofrecerte una limpieza especializada en quitar este tipo de manchas, siendo un tratamiento más sencillo y barato que los anteriormente mencionados.
Evita los remedios caseros que se pueden ver en muchas Web, como frotar los dientes con bicarbonato, ya que aunque el bicarbonato sí limpia el esmalte, abusar del mismo puede hacer que el diente se dañe y pierda su capa protectora. En caso de duda, consulta siempre con tu odontólogo.