Poner fin al dolor
Hay personas con el umbral del dolor alto y otros que lo tienen bajo. Aunque me pese, yo estoy en el segundo grupo. No me puedo quejar, al menos hasta ahora, ya que no he tenido muchos problemas de salud que supusieran mucho dolor a lo largo de mi vida, pero sí que es verdad que con la boca he tenido algo de mala suerte ya que me ha dado bastantes quebraderos de cabeza hasta ahora. Y no ha sido nada fácil llegar a dar con los diagnósticos.
Desde joven tuve algunos problemas que me llevaron pronto al dentista, incluyendo tener que poner aparato. Ese aspecto se solventó, pero pronto volvieron los dolores y no parecía ya que tuvieran que ver específicamente con los dientes. Así que consulté diferentes especialistas y nadie terminó de dar con la tecla. Pero mi dolor seguía.
Llegó un momento en que me estaba sintiendo especialmente mal. Tenía dolores en la cara, en la mandíbula y en el cuello y empezaba a tener la sensación de que se transformaría en algo crónico. Y entonces me empezó a entrar el pánico. No es que el dolor fuese excepcional, pero era más bien la angustia de no encontrar la causa. Fue así como acudí a un hospital odontológico en donde me indicaron un tratamiento ATM Vigo.
ATM es el acrónimo de la articulación temporomandibular que conecta la mandíbula con la parte lateral de la cabeza. Tras hacerme varias pruebas determinaron que mis dolores derivaban de ahí. Y era un buen comienzo para abordar el problema porque hasta ese momento no había salido ese posible problema a colación en otros centros. Hasta me hice resonancias magnéticas por si el problema derivaba de alguna cuestión cerebral.
Ahora mismo me encuentro en fase de determinar el mejor tratamiento ATM Vigo para mi problema, pero según la información de la que dispongo todo indica que mis dolores son derivados de un problema relacionado con esa articulación. La verdad es me han tranquilizado bastante porque tengo la sensación de que ya veo la luz al final del túnel, ya veo que puedo superar mi dichoso dolor.