4 hábitos que hacen que aumente el riesgo del cáncer de estómago
Cuánto más sabemos sobre el cancer de estomago sintomas y tratamiento más cuenta nos damos de la influencia que ciertos malos hábitos que a menudo adquirimos pueden tener sobre esta enfermedad. En particular, destacan cuatro especialmente perjudiciales.
1) Fumar: El tabaco siempre aumenta el riesgo de cáncer, también el de estómago. Parte del humo que se inhala al fumar un cigarrillo baja por el tubo digestivo hasta llegar al estómago, contribuyendo a que este se irrite más y a que todos los ingredientes perjudiciales de dicho humo se depositen en un lugar tan delicado como es la mucosa intestinal.
2) Comer rápido y mal: Alimentarnos debería de ser lo más importante que hacemos a lo largo del día porque de eso depende nuestra supervivencia. Sin embargo, con frecuencia acabamos haciéndolo de prisa y mal. Comemos cualquier cosa, rápido, engulléndolo casi y recurrimos a la comida rápida y a los fritos para ahorrar tiempo. Pero todo eso hace que aparezcan problemas como el aumento de acidez, las malas digestiones y las úlceras que pueden favorecer la aparición del cáncer.
3) El alcohol: El alcohol tiene un fuerte factor irritante en la mucosa intestinal. Un vaso de vino o una copa ocasional no tienen por qué causar más problemas, pero cuando se bebe de manera habitual, sobre todo cuando se bebe en exceso. Las irritaciones causadas por el alcohol pueden acabar convirtiéndose en un problema mucho más grave.
4) El sedentarismo: Malo para todo, el sedentarismo también influye en el cáncer de estómago y en otros cánceres digestivos porque una persona sedentaria, para empezar, suele tener sobrepeso lo que está muy reñido con la salud gástrica. Pero, además, su digestión se puede llegar a ver ralentizada, lo que hace que los jugos gástricos tengan que actuar más tiempo del debido, aumentando el riesgo de reflujos o de úlceras.
Por supuesto, todos conocemos a personas que no fuman, no beben, comen sano y hacen deporte y han tenido que luchar contra el cáncer. Porque hacer las cosas bien no es garantía al cien por cien de que no vaya a sucedernos nada, pero hacerlas mal aumenta, bastante, las posibilidades de que algo pueda ir mal por lo que es preferible no correr riesgos y mantener nuestro cuerpo en el mejor estado posible. Así, no sol vamos a prevenir el cáncer, sino también otras muchas enfermedades.