LAS REBAJAS PARA EL QUE LE GUSTE
Hace un par de semanas me mandaron a hacer unas compras al supermercado y casi todos los productos que me mandaron comprar eran de la marca central lechera asturiana y eso me sorprendió un poco. Cuando llegué a casa pregunté porque había comprado tantos productos de la central lechera asturiana y mi madre me contestó que era para conseguir cupones central lechera asturiana para conseguir puntos para el club central lechera asturiana, que ni tenía la más mínima idea de que existiese.
Eso de los cupones me recuerda un poco a los cupones que salen en las películas americanas en las que los cupones vienen en los periódicos o en las revistas. En los Estados Unidos la tradición de los cupones descuento está muy arraigada y a decir la verdad no sé muy bien porqué. Supongo que será por tener más cosas por menos dinero, porque a todos nos gusta poder tener la oportunidad de conseguir cosas gratis.
La gente se vuelve verdaderamente loca cuando pueden conseguir cosas gratis, tan solo hay que ver a los que van a primera hora siempre el día que empiezan las rebajas. Allí puedes ver carreras, empujones y hasta zancadillas, parece un campo de rugby de compradores. Y entre esos compradores también hay algún que otro tramposo que va el día antes de que las rebajas empiezan para poder esconder alguna prenda que quieren en una zona donde no es la suya. Esa clase de trampas existen con mucha más frecuencia de lo que nos parece, solamente hay que conocer un poco la tienda.
Personalmente no es que le haga demasiado caso a las rebajas, casi nunca suelo ir a comprar nada a no ser que me haga mucha falta algo. No es algo que me quite el sueño como le pasa a un montón de gente que se ponen nerviosos cuando ya están llegando las rebajas. Esa gente, pienso que ya tienen un problema de consumismo desmesurado y que las compras se han vuelto otra faceta más de sus vidas. Espero no llegar nunca a ese nivel de consumismo porque pienso que no es nada bueno.