¿Cuáles son los anillos más famosos de la historia?
Los anillos y su historia se remontan a las primeras civilizaciones. De hecho, el uso de esta joya como símbolo matrimonial se originó en la Antigua Babilonia. Cuatro milenios de evolución de la orfebrería han alumbrado infinidad de anillos, pero sólo una minoría de ellos ha alcanzado fama mundial, bien por su valor material, bien por la influencia de su poseedor. Así, el anillo de oro y rubíes de la Reina Isabel I está considerado como una de las creaciones joyeras más trascendentales.
De época isabelina, el Anillo de Chequers está asociado con el poder de una de las regentes históricas de Inglaterra y esconde en su interior el retrato de Ana Bolena y de Catalina Parr.
Con frecuencia, la pedrería que adorna el anillo le supera en fama, y esto es precisamente lo que ocurre Oppenheimer. Esta joya está coronada por un diamante azul de catorce quilates, perteneciente a Sir Phillip Oppenheimer, un potentado de la industria británica del diamante. Fue desarrollado para su esposa, Katherine Oppenheimer.
A otra ilustre consorte pertenece el anillo Toi et Moi: Josefina, la prometida de Napoleón Bonaparte. Su diseño, compuestos por dos zafiros azules de igual proporción, carece de paralelos en la historia de la joyería, lo que hace de él una pieza única en su género.
La actriz de Cleopatra y La gata sobre el tejado de zinc, Elizabeth Taylor, lució en su dedo otro de los anillos más caros y monumentales. Su singularidad residía en un diamante Krupp, de talla Asscher y treinta y tres quilates, todo un símbolo de lujo y glamour.
Otro de los anillos más sobresalientes de la historia fue el de Lady Di. Creado por Garrard, el anillo de pedida de la princesa de Gales se componía de un zafiro azul de dieciocho quilates, adornado por catorce diamantes. La joya que probaba su compromiso con Carlos de Gales, sobreviviría a la aristócrata británica, para acabar adornando el dedo anular de Kate Middleton.