Cortinas a medida, ¿cuál es la mejor forma de comprarlas?
Cuando se desea tener unas cortinas a medida es porque se quiere un trabajo de más calidad del que se obtiene al adquirir cortinas confeccionadas o bien porque las medidas de las ventanas no se adaptan a los tamaños estándar del mercado.
Quién compra unas de estas cortinas sabe que tendrá que pagar algo más por el producto, pero que tendrá una mayor calidad y que el resultado encajará como un guante en el lugar para el que ha sido pensado.
La primera idea que suele venir a la cabeza cuando se piensa en cortinas a medida es la de comprar por un lado la tela y contratar por otro a una costurera que realice el trabajo. Incluso hay algunas tiendas en las que ya nos recomiendan a una persona de confianza que puede hacer el trabajo.
Esto puede parecer una buena idea, pero tiene un inconveniente, que es que hay que dar ganancias a dos personas diferentes: por un lado, quién nos vende la tele va a querer su porcentaje de ganancia sobre la misma. Por otro, quién cose nos va a cobrar la mano de obra de su trabajo.
Esto tiene además otro inconveniente, que es que dependemos de dos personas para llevar a cabo el trabajo. Una que nos encargará la tela que queremos en caso de no tenerla disponible y otra que tiene que darnos un plazo para realizar su trabajo. Si nos fallara la fecha de la primera, podría retrasarse mucho el encargo.
Por eso, suele ser mejor opción acudir a una tienda de venta de cortinas confeccionadas a medida. Este tipo de tiendas están especializadas en la venta de todo tipo de cortinas y estores a medida, siendo especialistas en este tema.
Al ser una tienda especializada en estas ventas conocen muy bien los materiales con los que trabajan y pueden aconsejar de una manera muy profesional al cliente sobre qué tela necesitan o cómo tomar las medidas para poder realizar su cortina.
Si, además, se trata de una tienda online, el precio puede ser todavía más bajo porque podremos comparar entre varias y ver cuáles tienen una buena reputación y mejor precio, ofreciéndonos exactamente lo que queremos. Como en muchas ocasiones no hay una tienda física, sus márgenes de beneficios pueden ser menores que otras tiendas, siendo mucho más beneficioso para el cliente recurrir a estos establecimientos.